Durante la tarde del sábado 13 de mayo, día de la festividad de Nuestra Señora de Fátima, cientos de personas acompañamos su imagen por las calles del centro de nuestra ciudad durante el rezo del Rosario de las Antorchas organizado por la diócesis de Alcalá. A nuestro colegio, Alborada, se le brindó la oportunidad de realizar un altar para Nuestra Madre, en un enclave tan bello y particular como es la fachada de la universidad.
Varias familias del colegio colaboraron en la elaboración del altar. Y muchas otras se unieron con su oración.
Fue una jornada marcada por numerosos detalles que reflejan la esencia de Alborada:
– Alborada no solo es un colegio, es una ESCUELA DE VIDA, donde niños, profesores y padres trabajamos unidos para formar grandes personas. Y así se demostró durante la preparación del altar y la procesión del 13 de mayo, colaborando, caminando y orando juntos por las calles Alcalá.
– Alborada es una COMUNIDAD CRISTIANA que intenta dar testimonio de su Fe. Y esa tarde se consiguió. El altar sirvió de reclamo para numerosos alcalaínos que pasaban por allí. Y muchos se unieron a nuestra oración.
– Alborada es una gran FAMILIA. Cada uno aportando su «dones», aunando esfuerzos, trabajando en equipo por un objetivo común: crear un altar con el que nuestro colegio acogiera a la Reina del Cielo. Y, a sus pies, como no podía ser de otra manera, el valor más preciado del colegio, los niños, nuestros niños, representados en las pancartas que custodiaron la imagen de la Virgen de Fátima.